¿Alguna vez has querido dejar una huella que perdure en el tiempo? Algo así como un legado que genere un impacto en las generaciones futuras. Ese deseo de transformar el mundo, incluso después de nuestra partida, encuentra una de sus expresiones más nobles en el testamento solidario.
Como su propio nombre indica, un testamento solidario es un documento legal en el que una persona, al realizar su testamento, decide destinar parte o la totalidad de sus bienes a una causa solidaria. A través de esta decisión, el testador puede contribuir a mejorar la vida de otras personas, apoyando la labor de entidades o iniciativas sociales que generen un impacto positivo socialmente.
“Siempre he querido aportar mi granito de arena para transformar esta sociedad en una más solidaria y comprometida. Tenemos que abrir los ojos y darnos cuenta de lo que verdaderamente es esencial”, explica Isabel Correa, profesora y testadora en Aldeas Infantiles SOS. Y es que, como ella, 322 personas decidieron en 2022, dejar su contribución a diferentes organizaciones no gubernamentales a través de sus testamentos, según últimos datos recogidos por TestamentoSolidario.org.
Pasos para hacer un testamento solidario
Redactar un testamento solidario es un proceso sencillo y accesible para cualquier persona. No importa el tamaño de tu aportación, sino las ganas y voluntad de contribuir a la causa que se desee. Por ello, antes de nada, reflexiona: ¿qué me gustaría apoyar?
- Consultoría legal. Acudir a un notario es el primer paso para asesorarse sobre cómo incluir en un testamento una cláusula de legado solidario. Este proceso es confidencial.
- Elegir la causa. Decide a qué entidad o causa deseas dejar tu legado. Puede ser una ONG que ya conozcas, una causa local o internacional o una combinación de varias. ¿Quizás te gustaría apoyar a la infancia? ¿O a la protección del medio ambiente?
- Contacta con la entidad elegida. Así podrán contarte más sobre sus proyectos, solventar dudas y aportarte los datos que necesites.
- Incluir el legado en el testamento. Puedes dejar una cantidad específica de dinero, bienes inmuebles, joyas o cualquier otro bien que consideres valioso. No hay un mínimo requerido, ya que cada aportación es significativa. Lo importante es que quede reflejado en el documento de forma clara.
Desmitificando el testamento solidario
Para muchas personas, el testamento solidario todavía esconde ciertas ideas equivocadas que pueden generar dudas. Desmontamos los mitos más comunes en torno a ello:
- “Si hago un testamento solidario, dejo a mi familia sin nada”. Un testamento solidario no excluye a los herederos legales ni afecta el bienestar de los seres queridos. Se puede destinar un porcentaje de los bienes o, incluso, una cantidad simbólica, a la entidad o causa elegida.
- “Solo las personas con grandes fortunas pueden hacerlo”. No es necesario poseer un patrimonio grande para aportar un granito de arena. Recuerda: incluso las pequeñas donaciones tienen un impacto importante.
- “Hacerlo es complicado y caro”. Redactarlo es un proceso relativamente sencillo y, en la mayoría de los casos, no implica costes adicionales significativos. Solo es necesario acudir a un notario y expresar claramente tus deseos. La elaboración de un testamento de este tipo no requiere trámites complejos ni prolongados.
- “Mi aportación no será usada de manera adecuada”. A veces las personas sienten preocupación sobre cómo se gestionarán sus bienes una vez que ya no estén. Sin embargo, es conveniente elegir una entidad que aporte confianza y que se rija con adecuados principios de transparencia.
El testamento solidario en Aldeas Infantiles SOS
En Aldeas Infantiles SOS ayudamos a niños, niñas y jóvenes en riesgo de exclusión social para que puedan tener un futuro como el de cualquier otro niño. Nuestro compromiso es firme, y damos el 100% en todos nuestros programas. También en las gestiones como el testamento solidario.
Si algo nos caracteriza es la transparencia: auditamos anualmente nuestras cuentas, contamos con los certificados de calidad más exigentes y disponemos de códigos de conducta y de políticas de protección que aseguran el buen hacer de nuestra organización y el bienestar de los niños, niñas y jóvenes con los que trabajamos.
Para nosotros lo más importante es la protección de la infancia, por eso, queremos agradecer a todas las personas que como Isabel también quieren contribuir a ello: “Incluí a Aldeas Infantiles SOS en mi testamento porque quiero seguir protegiendo a niños, niñas y jóvenes, incluso cuando ya no esté aquí”.